Este domingo es el primer domingo de adviento. Y encenderemos la primera vela de nuestra corona. Esta época tan mágica es para soñar. Y como dice mi madre.
En fin, que es viernes. Y los viernes toca receta.
Estas galletas son un clásico en mi casa. Y las favoritas de mi marido. Lo cierto que cada uno tiene sus galletas preferidas. A mi abuela le encantan las Spitzbuben. A mi hijo, las Spritzgebäck. Y a mi marido, las Schachkekse. Y a mí me gusta siempre hacer una receta nueva para probar.
Estas galletas son un clásico en mi casa. Y las favoritas de mi marido. Lo cierto que cada uno tiene sus galletas preferidas. A mi abuela le encantan las Spitzbuben. A mi hijo, las Spritzgebäck. Y a mi marido, las Schachkekse. Y a mí me gusta siempre hacer una receta nueva para probar.
Ingredientes
250 g de harina
125 g de margarina
70 g de azúcar
1 yema de huevo
1 clara de huevo
Ralladura de limón
Tres cucharaditas de zumo de limón
1 cucharada de cacao en polvo
1 cucharada de azúcar
Preparación
Hacemos una masa con la harina, la margarina, el azúcar, la yema de huevo, la ralladura y el zumo de limón.
Envolvemos en papel transparente y dejamos reposar unos treinta minutos en la nevera.
Dividimos la masa en tres partes iguales. Yo peso los trozos para asegurarme de que sean aproximadamente iguales.
Añadimos a una de las masas la cucharada de cacao y la cucharada de azúcar.
Ahora tenemos tres masas. Dos blancas y una marrón.
Tomamos la masa de cacao y le damos forma de rollo alargado (fíjate en la foto). Cortamos a la larga en tres trozos iguales. Hacemos lo mismo con una de las masas blancas.
Estiramos bien la otra masa. Ponemos encima: una línea blanca, una marrón y otra blanca. Repetimos formando un piso superior pero cambiando los colores, es decir, marrón, blanca, marrón. ¿Suena complicado? Mira la foto.
Finalmente pintamos con clara de huevo el bloque y lo envolvemos en la otra masa. Sellamos bien y dejamos reposar media hora en la nevera.
Ya sólo queda cortar las galletas en láminas y hornearlas a 200ºC entre 10 y 12 minutos.
Por cierto, a este adorno navideño le tengo mucho cariño. Me lo regaló una alumna adolescente. Le daba tanta vergüenza que me lo dejó encima de la mesa y salió corriendo mientras se ponía roja.
¿No es una monada? ¿Vais a hacer galletas este fin de semana?
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