Makronen

En casa tenemos una lista de recetas de galletas que son las que nunca pueden faltar durante el adviento pero siempre probamos al menos una receta nueva. El peligro es que esa nueva receta nos guste tanto como para incluirla a la lista de galletas preferidas. Y este año le ha tocado el turno a las Makronen, en este caso de avellana.


Galletas reno

Tengo que confesar que de todas las galletas típicas de estas fechas, estas son mi preferidas. Me encantan porque son muy fáciles de hacer pero además tienen un ligero sabor a chocolate y avellana que las hace irresistibles. Me evocan otros paisajes, blancos y nevados. Alguna Navidad sería divertido ir a algún país nórdico; encerrarse en una cabaña en medio de la nada; dejar que el tiempo transcurra despacio y hornear galletas.



Turrón de chocolate

Todos los años me traía turrón de chocolate a Alemania. Hace algunos años que me compré un molde de silicona y desde entonces no he vuelto a comprar turrón de chocolate. Es tan fácil de hacer. Y el resultado es tan extraordinario que no merece la pena venir cargada con turrón.





Polvorones de almendra

Además de recetas alemanas me gusta traer al blog recetas típicas de España, esas recetas por las que suspiramos todos cuando vivimos en el extranjero. Son tantos los platos que echamos de menos. ¿Verdad? Sí, ya sé que en Alemania tenemos un abanico de dulces navideños nada despreciable pero yo no me puedo imaginar una Navidad sin polvorones o sin turrones. Y además me hace ilusión hacerlos para que los prueben mis amigos o mis compañeros del trabajo alemanes. Por cierto, los llevé a la cena de navidad del trabajo y volaron. Para mi sorpresa, se terminaron antes que el turrón.


Calendario de adviento

Muchos niños alemanes vivieron ayer la emoción de abrir la primera ventanita de su calendario de adviento. Esta tradición germánica y de los países nórdicos es realmente entrañable. Contar los días que faltan para Navidad abriendo pequeñas ventanas o sacos que tradicionalmente escondían chocolates o pequeños dulces. 

Hace más de doce años que vivo en Alemania y tengo que decir que he visto degenerar esta linda tradición en pro de un consumismo desenfrenado. Hay calendarios de todo tipo: de cerveza; maquillaje; juguetes; princesas; de construcción; cremas; perfumes. Hay quien huye de lo material y propone vales para actividades; recetas de cocina. Y a mí todas estas opciones me parecen estupendas siempre y cuando uno (y sobre todo los niños) las disfrute. Si a uno le hace feliz tener veinticuatro perfumes en miniatura, pues genial pero cuando los padres nos sentimos estresados porque no nos da la vida para tanta actividad o cuando en casa empiezan las peleas o las pataletas porque hoy solo había un chocolate, entonces para mí todo esto no tiene sentido. El calendario de adviento debe servir para ilusionar y no para generar estrés añadido a las familias. Tengo amigos con tres hijos que tienen que tener tres calendarios para que en la casa reine la paz. Y los entiendo. Sin embargo, pienso que si  unos hermanos no pueden compartir el contenido de un saco o turnarse para abrir cada día uno ...