Hace mucho que no consigo cogerle el ritmo al blog, a volver a publicar periódicamente. Y os quería pedir perdón por ello. No es por falta de material sino de tiempo y tranquilidad. Necesito días más largos y dormir noches del tirón. Terminé mi curso de alemán y aprobé el B2 con la máxima puntuación. He empezado un curso de árabe. Y si nada se tuerce, en unas semanas firmaré mi primer contrato indefinido en Alemania. Después de trece años ... al fin ... Y no será en el puesto que tengo ahora, sino como coordinadora de los cursos de integración. Así que estoy feliz como una perdiz porque nada me hace más ilusión que poder ayudar a otros emigrantes como yo a aprender un idioma tan complicado como el alemán. Así que ahora ya sabes porque me falta tiempo, para pasarme por aquí y las redes sociales. Y tener una relación más cerca contigo si cabe. Ahora mismo tirar por el trabajo, la casa, los niños ... hace que caiga rendida a las nueve de la noche. Terrorífico. ¿Verdad?
Estas galletas no son terroríficas, sino divertidas. Y muy fáciles de hacer.
Ingredientes
1 huevo
200 g de harina
1 limón
100 g de mantequilla
50 g de azúcar glas
1 pizca de sal
ojos de azúcar (puedes comprarlos en supermercados tipo Kaufland o en tiendas de repostería)
azúcar glas
Preparación
Separamos la yema de la clara.
En un bol, mezclamos la harina, la yema de huevo, la sal y una cucharada de zumo de limón.
Agregamos la mantequilla cortada en pequeños cuadrados. Por último, añadimos el azúcar.
Amasamos rápidamente hasta formar una masa lisa.
Damos forma a las galletas y horneamos de 7-8 minutos a 175 grados!!
Deja que las galletas enfríen.
Para el glaseado, monta la clara a punto de nieve y mézclala con azúcar glas hasta que tenga la consistencia deseada.
Pega los ojos con un poquito del glaseado. Con una manga pastelera, vete haciendo tiras con el glaseado a moda de vendas de momia.
¿Fácil verdad? No te vayas sin contarme cómo te va. Te he echado de menos.