Costrini de guisantes y queso feta

Uno de los desastres culinarios más grandes que recuerdo fue el día que vino a cenar una amiga, que vive en Baviera, a casa. Me hacía muchísima ilusión que estuviera en mi casa pues ella me acogió en la suya con los brazos abiertos cuando tuve la suerte de trabajar por aquellas tierras.